Zeus y Licaón: la historia del origen del hombre lobo en la mitología griega

Zeus y Licaón


Licaón fue uno de los primeros reyes de Arcadia, una región que se encuentra en la península del Peloponeso. En un pasado remoto, Arcadia había sido uno de los lugares más espléndidos que había existido durante la era de oro de los hombres. La abundancia de riquezas que brotaba de estas tierras hacía reinar la felicidad y la paz, pero el egoísmo y la avaricia de los hombres pusieron fin a este reino utópico. 


El rey Licaón, que un día fue visto como un hombre bruto y cruel, parecía decidido a conseguir rescatar la prosperidad de los años de oro de Arcadia. Y por eso, pasó a ser adorado por su pueblo. Rico oms había que restaurar la gloria de Arcadia. Era imposible sin la gracia de los dioses, y por eso construyó un gran templo en honor a Zeus, el dios supremo. Satisfecho con el honor, Zeus pasó a favorecer al rey de Arcadia. 


Satisfecho con los frutos de su trabajo, Licaón pasó a dedicarse obsesivamente a tratar de agradar a los dioses y acabó convirtiéndose en un fanático religioso. Para conseguir más bendiciones, el rey pasó a hacer sacrificios humanos. Sin embargo, esta práctica ya había sido condenada por los dioses. Extranjeros que llegaban desavisados a la región eran capturados y sacrificados. Esto era una gran ofensa al deber de la hospitalidad, que era una exigencia de Zeus. Al saber lo que pasaba en Arcadia, Zeus, disfrazado, decide comprobar si todo lo que decían era verdad. 


Al llegar, se es llevado al palacio donde sería entregado como sacrificio, pero uno de los auxiliares del rey se da cuenta de que el invitado es extremadamente tranquilo y alerta a su rey: "Mi señor, hay algo extraño aquí. La calma de este hombre me perturba. ¿Será que se os está probando nuestra hospitalidad como lo hizo con Filemón y Baucis? Pronto iremos a descubrirlo". 


El rey ordena que se haga un banquete en homenaje al huésped, pero el plato principal sería la carne de un esclavo. Licaón y sus hijos le sirven la comida y al ser servido con carne humana, una furia pasa a invadir a Zeus. "Malditos fanáticos, ustedes desvirtuaron el culto a los dioses de forma hedionda, y por eso pagarán el precio por tal sacrilegio". Los dientes de león comienzan a transformarse en presas, su piel pasa a ser cubierta por pelos. Zeus había transformado al rey en una criatura medio hombre y medio lobo. 


La bestia pasó a vagar por los campos alimentándose del ganado y aterrorizando a las personas que vivían en la región. Y durante las noches de luna llena, era posible oír los lamentos del rey que fue transformado en la criatura que hoy conocemos con el nombre del lobo.

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