La historia de Pan: cómo el dios del bosque se convirtió en una leyenda en la mitología griega

 

Pan El Dios del Bosque


Pan, el dios de los bosques y florestas, siempre sufrió con el desprecio de sus iguales. El era considerado una aberración por su cuerpo al ser una mezcla de chivo y hombre. Esto hizo que su madre lo abandonara cuando era pequeño. 


El dios Hermes lo recogió y lo crio entre los dioses del Olimpo. Los dioses se burlaban de su fealdad y extrañeza, haciendo que se sintiera siempre rechazado. Ya ha crecido, así que decide abandonar el Olimpo y vivir en los bosques de Arcadia. Durante la batalla entre Zeus y Tifón, Pan ayudó a Hermes a recuperar los tendones de Zeus que habían sido arrancados por el monstruo. 


Como forma de gratitud, el dios supremo consagró a Pan como el dios de los bosques y los campos. Ahora él era venerado especialmente por pastores. A pesar de su título, era muy temido por aquellos que entraban en sus bosques. Al oír el poderoso grito del dios, todos corrían desesperados de miedo. Los gritos de Pan dieron así el origen de la palabra "pánico". Las ninfas de los bosques también lo evitaban debido a su apariencia tenebrosa. 


Así, Pan se sentía sentenciado a jamás amar a Eros, el dios del amor. A pesar de ver el dolor de Pan, Eros decide jugar con el dios y arroja una de sus flechas y fulmina el corazón del dios. Éste se enamora perdidamente de la ninfa Siringe, pero ésta también lo desprecia. Pan no se rinde y comienza a perseguirla. 


La ninfa corre para intentar huir de su perseguidor, pero Pan está determinado a atraparla. Sin Inge llega hasta el borde de las corrientes del río, está acorralada y ora para que las ninfas náyades la socorran. Pan salta para agarrar a la joven acorralada, pero cuando finalmente la toma se da cuenta de que tiene en su mano sólo unas varas de cañas. 


Triste por haber perdido su amor, Pan suspira y el aire expelido entra en los tubos de las varas haciendo un sonido interesante. Intrigado, Pan nota que las barras de tamaño diferente hacían sonidos diferentes y decide unir varios tubos, creando un nuevo instrumento musical. Él lo bautiza como siringa en homenaje a su amada, pero este instrumento también se conoció como la flauta de Pan. 

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